Es el vino más carismático de la bodega, un vino que nos descubre el esfuerzo de muchos años de Miquel Àngel Cerdá y Pere Obrador en entender la callet, reforzando su tipicidad y consiguiendo un vino cada vez más expresivo, vivo y equilibrado. Es un vino singular, auténtico, mineral, silvestre y poderoso.
Es un vino fresco, sabroso y mineral que nos muestra una Mallorca arraigada a su historia y a su paisaje evocando multitud de aromas y matices que nos hacen sentir la tipicidad de la isla Balear. Una apuesta firme de la bodega por las variedades autóctonas y por acercar la autenticidad del terroir a todos los paladares.
Viñas viejas que miran al Mediterráneo, la influencia del viento marino y un respeto absoluto por lo que la tierra ofrece. Este es el resultado de este Quíbia, un blanco elaborado con uvas tintas donde la mineralidad, la salinidad y la elegancia son sus características más destacadas.
No todos los años sale a la luz este vino tan especial, sólo las añadas que al final de su crianza ofrecen un vino único, diferente y de una calidad excepcional. Procedente de las viñas más viejas de Ànima Negra y fruto de la colaboración con el pintor y amigo de la casa, Miquel Barceló, es un vino que te transporte al clima, al entorno y a las raíces mediterráneas que rodean a esta bodega.